Asistí a una conferencia realizada por el sacerdote Juan de Dios Larru, Director académico del Pontificio Instituto Juan Pablo II, la temática fue sobre:
Los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos, y en este campo tiene incluso una competencia fundamental: son educadores por ser padres.
(carta a las familias, Juan Pablo II)
Educar nunca ha sido fácil, y hoy parece ser cada vez más difícil. Lo saben bien los padres de familia, los maestros, los sacerdotes y todos los que tienen responsabilidades educativas directas. Ante esta situación quisiera deciros algo muy sencillo ¡No tengáis miedo! Todas estas dificultades, de hecho, no son insuperables... pues la libertad del hombre siempre es nueva y, por tanto, cada persona y cada generación tiene que tomar nueva y personalmente sus decisiones...
El educador es, por tanto,un testigo de la verdad y del bien ciertamente él también es frágil, y puede tener fallos, pero tratará de ponerse siempre nuevamente en sintonía con su misión...
Solo una esperanza fiable puede ser alma de la educación, como de toda vida.
(Carta sobre la tarea urgente de la educación al diócesis de Roma, Benedicto XVI.
Padres hijos y hermanos conviven en armonía cuando deciden dar lo mejor con estos valores:
1- Amorosa aceptación del otro así como es, lo cual evita presiones y odiosas manipulaciones.
Hay paz si cada persona elimina el prurito de cambiar a los demás y todos cultivan el respeto.
2- Serena comprensión, o sea, la habilidad de ponerse en el lugar del otro y meterse en su piel.
Es un valor que une, destierra juicios y nos vuelve sensibles. Además, sólo quien comprende perdona.
3- Buena comunicación. Sí, de esto se habla mucho, pero sea sincero, ¿qué hace usted para escuchar bien, ceder y dialogar? Mejore en este campo y tendrá excelentes frutos.
4- Valorar importancia de las cosas pequeñas; una sonrisa, un abrazo, una mirada, una rosa, un verso. Los sabios dicen que los detalles nunca son pequeños. Convivir no es fácil, pero el sol brilla más si te das y das con amor. Una familia unida es tu tesoro más valioso.
