Hoy cuando subí al autobús, al buscar donde sentarme me encontré con un hombre de apariencia no muy usual; sucio y con rastras y me senté al lado de el, enseguida se sorprendió y me da las gracias por haberme sentado a su lado. Me explico el porque de su apariencia.
Las palabras que Dios puso en mi boca fueron: no importa lo que aparente por fuera lo que realmente importa es como esta su corazón por dentro; la verdad no se si me entendió por que no hablaba muy bien el español,
pero me quede pensando cuantas personas usamos los mejore perfumes el mejor vestido y el corazón esta lleno de odio y rencor.
¡No nos dejemos llevar por las apariencias! ¡Aveces las apariencias engañan!
Si crees que este escrito te ha podido servir de algo y quieres compartir conmigo una experiencia o consejo, te invito a que me dejes un comentario, seguramente algo aprenderé de ti.
Con cariño y gratitud.
YIYI
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