lunes, 4 de marzo de 2013

CORDIALIDAD

Hola Seguidores por aquí yo de nuevo, compartiendo con ustedes los cuentos que aparecen en el libro de Jorge Bucay 20 Pasos Hacia Adelante, que nos acercan a la realidad de una manera amena, para caer en cuenta de las cosas que en nuestro diario vivir nos hacen crecer  como persona.

Esta vez se trata de APRENDE HACER CORDIAL, hace ya varios años en una capacitación que daba una empresa de recreación, me hicieron realizar varios ejercicios que tenían que ver con ser cordial  se trataba de saludar aquellas personas a las que encontrábamos todos los días en nuestras vidas y nunca habíamos tenido la cordialidad de decirle Buenos Días, por dejadez, por falta de tiempo, por el que dirán,  por tantas cosas.  La verdad el primer día me costo un poco, empece con el motorista del autobus, me coloque analizar y era verdad que de 60 personas aproximadamente que vi subir ninguno decía buenos días, también pasaba con las personas que estaban en la parada del autobus.

Después de una semana en la capacitación colocamos en común la experiencia vivida al realizar el ejercicio, y   algunos dijeron que les había costado un poco hacerlo, que habían notado también la cara de admiración de algunas personas, a otros no les fue también, por que no les contestaban el saludo, otros desde ese momento les parecía mas ameno esperar el autobus. 

Como nos podemos dar cuenta pueden pasar muchas cosas cuando se da un paso hacia el cambio, y el de ser cordial te deja una satisfacción interior que vale la pena experimentar.

No me enrollo  mas, los dejo con el cuento un abrazo lleno de mucha cordialidad.

Había una vez en un pueblo un peluquero que era famoso por su mal humor. Su actitud agria y su pesimismo eran antologicos, pero como era la única peluquería, todos eran sus clientes.
Un día, uno de ellos le contaba ilusionado que se iba de viaje a Europa.
-¿Europa?- pregunto el hombre dando un corte profundo en el pelo del cliente-. ¿para que va ir a Europa? Allí todo es viejo y esta lleno de polvo y la gente... Los franceses son antipáticos,  los Alemanes son fríos  los Belgas no se enteran de nada, los Suizos... ¡ufff!, mejor ni hablar de los Suizos...
-Bueno, en realidad, es que me voy principalmente a Italia...
- ¿Italia?-... ¿como se le ocurre... en Italia todo es complicado, nadie le presta atención  todo es una reliquia y no puedes tocar nada, mirar nada, caminar por ningún lado...
_ Es que me hace mucha ilusión ir a Roma, al Vaticano, haber el Papa antes de que...
_ ¿Ver al Papa? _contraataco el peluquero_. ¿Usted sabe lo que es la plaza de San Pedro? cientos de miles de personas apiñadas mirando pequeñas ventanitas en un edificio vetusto.  De repente se abre una ventana y alguien le dice que ese puntito blanco que ni siquiera se ve es el Papa... Por favor..., viajar hasta allí para esa estupidez...¡que tontería! el cliente decidió no hablar mas, y al acabar el corte de pelo se despidió y se fue.
Tres meses después el cliente estaba otra vez en el sillón del barbero.  Este le pregunto sarcástico:
-¿Y que tal Europa? -La verdad es que tengo que admitir que en muchas cosas tenia razón - dijo el hombre bajando la cabeza-.  Al llegar a Inglaterra me habían perdido las maletas, los Franceses se empeñaban en no entender mi castellano ni mi ingles, y, para completarlo en Bélgica se les paso mi reserva y me encontré en Bruselas de noche y sin hotel...
Hubo casi un rictus de satisfacción en la cara del peluquero.- Y otro tanto en Italia- dijo al fin para cosechar su siembra.
-Si, otro tanto, salvo lo del Vaticano... 
-El Vaticano... millones de personas.
-Si, claro-admitió el cliente- a esa altura yo no esperaba otra cosa que lo que usted me había anticipado...
¿Y...? -pregunto el barbero dejando las tijeras.
-Paso algo increíble... mientras estábamos en la plaza, el Santo Padre salio a la  ventana...
-Si..., el puntito blanco en una ventana...
-Si..., pero de repente ocurrió lo que nunca... el Papa hizo una señal a sus cardenales y todos nos sorprendimos al ver que su santidad aparecía a pie en la plaza.  Había decidido bajar de sus aposentos y ese día caminar entre la gente.  Usted no se imaginaba la emoción... Quizá pudiera verlo de cerca.
-La verdad que eso es tener suerte ¿eh?-dijo el peluquero casi contrariado.
-La verdad es que si.  Mucho mas cuando me di cuenta que caminaba con decisión hacia el grupo de gente donde estaba yo... - me imagino... Un apretujon de aquellos... Habría salido todo machacado.  Para nada, por que para mi sorpresa el Papa se detuvo exactamente frente ami como si me hubiera bajado a buscar...
¿Se da cuenta? como si me hubiera visto desde haya arriba.
-¿Que me dice?... El Papa en persona... dijo el peluquero con una mueca que mostraba claramente su fastidio.
-Si..., en persona - siguió el cliente.
-¿Y? -pregunto el otro.
-El Papa me acaricio la cabeza y me dijo algo que nunca olvidare...- ¿Que le dijo el Papa?
El cliente estaba esperando este momento.  Con una sonrisa de oreja a oreja contesto..
Me dijo..<<Fliglio mio, ¿quien es el animal que te corta el pelo?>> 

¿Cuantas veces en nuestro diario vivir desempañamos el papel del barbero? trasmitiendo nuestra amargura y  opacando los planes de los demás en vez de ser cordiales. 

Un fuerte Abrazo.                       




 

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