martes, 29 de enero de 2013

AUMENTA TU CAPACIDAD DE ESCUCHAR

¡¡Hola seguidores!!


Los invito a sumergirse en esta historia que redacta Jorge Bucay en su libro 20 PASOS HACIA DELANTE.

Como bien dice el Talmud:

Tenemos dos oídos y una sola boca
para recordar que debemos escuchar
el doble y hablar la mitad.



Hace ya un tiempo, en la época de la gran recesión económica de Estados Unidos, un hombre decidió que, para las fiestas de navidad de este año, no abría dinero para grandes regalos.  Así que gasto lo que para el era una cantidad enorme de dinero en comprar un rollo entero de papel metalizado con dibujos navideños.  
Quizás un elegante envoltorio pudiera sustituir a un costoso contenido.
El fin de semana del 15 de diciembre decidió dedicar todo el sábado a envolver los paquetes de las chucherías que había comprado como regalos.
Cuando abrió la lacena de debajo de la escalera y descubrió que en el tubo del cartón en el que venia el papel estaba vació, exploto de furia.
-¿quien a usado el papel metalizado que estaba en la lacena?-empezó a gritar.
-¿quien a sido? ¡este papel es carísimo! ¿para que lo habies usado...? y así siguió, hasta que su pequeña hija de cuatro años se acerco, con la cabeza gacha para decirle:
-Fui yo, papi yo lo he usado.
-¿tu lo haz usado?¿sin permiso?
-Si, papi -dijo la niña a punto de llorar.
-Ese papel era carisimo señorita.  Y no era para jugar, era para envolver los regalos de navidad...
-Es que... -quiso explicar la pequeña.
-Es que eres una  mal educada.  Tu padre trabaja como un burro cada día para que en casa no falte nada, y cuando compro algo para que haya un regalo para cada uno, tu...
-Pero, papi...
-¡Tu te callas y me escuchas!¡ tendrías que haber preguntado si podías usar ese papel!
-No podía preguntar papá... por que... era una sorpresa.
-¿Cual era la sorpresa? ¿Que ya no habría papel para envolver los regalos?  
-No, papá... es que lo use para envolver un regalo sorpresa.
-¿A, si? un regalo...  todo un papel para un solo regalo ¿y para quien es ese regalo sorpresa si se puede saber? -pregunto el padre casi gritando.
La niña había empezado a lagrimar...
-Era... para ti, papá.
El hombre enmudeció.  Se sintió un monstruo reprendiendo a su hija que había envuelto un regalo para el, y después de un rato, entre culpable y avergonzado por su furiosa reacción se animo a decir.. -O..., perdón si te he gritado hija, pero es que ese papel era demasiado caro para usarlo en un solo regalo.
-Si, papi... pero la caja era muy grande y quedo tan bonita...
El hombre sintió que se enternecía y trato de aliviar la situación.
-Esta bien, vamos ha ver esa caja, quizá podamos aprovechar un poco de papel para envolver los regalos de todos.
Poco después la niña bajaba de su cuarto con la enorme caja de su vieja casita de muñecas enrollada por el ahora inútil papel dorado.
-Feliz Navidad papá -dijo la nena alargando el paquete a su padre.
Invadido por la ternura de la niña, el padre trato inútilmente de salvar el papel de envoltura, mientras se reprochaba de no haber podido escucharla.
Sin embargo, volvió a explotar cuando abrió la caja y descubrió que no había nada en ella.
-¿No sabes que cuando uno hace un regalo y envuelve una caja, aunque lo haga usando todo un rollo de papel plateado, DEBE poner algo dentro?¿¡¡Nunca te enseño tu madre que no se regala una caja VACÍA!!?
La pequeña bajo otra vez la cabeza y con lagrimas en los ojos dijo..
-Es que la caja no esta vacía papi... Yo sople setenta besos dentro de la caja... Así  cuando te vas de viaje, como no puedes llevarme contigo, te llevas los besitos que yo te regale para navidad...
El padre se sintió morir.
Alzó en sus brazos a su hija y le suplico que lo perdonara por no preguntar, por no comprender, por no saber escuchar.
Se dice que el hombre guardo esa caja y su envoltorio debajo de su cama.  Que allí la tuvo durante años, y que cada vez que se sentía triste desanimado o agobiado por las dificultades de la vida, cogía de la caja uno de los besitos de su hija que le había regalado y recordaba el amor con el que su hija los había puesto allí ..   

A menudo caemos en este error, para mi personalmente es difícil ponerlo en practica, pero intentándolo una y otra vez seguramente lo conseguiremos.
Y dejaremos de hacer sentir mal a los demás por no saber escuchar .

¡¡Un abrazo con mucho cariño!!...... 
                  

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