Hola lectores,
Primero que todo un feliz y prospero año para todos, que las cosas buenas y no tan buenas, que traiga este nuevo año, sean para un constante aprendizaje y crecimiento en nuestras vidas.
El cuento que dejo a continuación, lo saque de este libro creo que es una de las mejores formas de hacer llegar un mensaje a nuestro ser, y nos habla de que debemos trabajar en conocernos, me parece que es un buen deber para empezar este nuevo año, espero sea de utilidad para vuestras vidas.
Durante la semana Huguito había perseguido literalmente a su padre por toda la casa con su tablero de parchis debajo del brazo. Quería que el hombre se sentara con el a cumplir su promesa de jugar una partida para estrenar el nuevo tablero que le habían regalado para sus cumpleaños.
-Ahora no puedo Huguito- le había dicho el padre mas de una vez-, tendremos que esperar al fin de semana... por eso el sábado apenas se levanto, Hugo vio a su padre sentado en el escritorio y corrió a su cuarto a buscar el tablero todavía sin estrenar.
-Hoy es fin de semana ¿no, papi?-pregunto el pequeño.
- Si, hijito- reconoció el padre-, pero ahora tengo que terminar un trabajo atrasado. Pídele a tu madre que juegue contigo...
- Es verdad. Pero en este momento tengo otras cosas mas urgente que hacer...
- ¿ y cuando vas a terminar de atender esas cosas?
- Dentro de dos horas- dijo el padre exagerando,con la intensión de desanimarlo.
- ¡Bus!...-dijo el niño, y dándose la vuelta salio de la habitación.
La aguja grande había alcanzado a la pequeña justo cuando esta llegaba al numero 12, y eso, según le dijo su madre, significaba que había pasado exactamente dos horas.
-¿jugamos ahora, papi?
- NO, hijo. Lo siento. Todavía no he terminado con mis cosas...
- Pero tu me dijiste dentro de dos horas... eso es mentir.
- No sea así, Huguito, tengo trabajo pendiente.
El niño ya dejaba escapar un par de lagrimas, cuando su padre tuvo una idea. Cogió de su escritorio una revista que mostraba en la tapa un colorido mapa del mundo con división política.
- Mira, hijito te voy a proponer un juego- le dijo mientras arrancaba la hoja y buscaba en el cajón de su escritorio un par de tijeras.
El hombre hizo varios cortes transformando la hoja en un montón de papeles de forma irregular.
- Esto es un rompecabezas... un puzzle, como lo llamas tu. El juego consiste en montar el mapa del mundo poniendo cada país en su sitio - dijo el padre-. Cuando termines de montar el mundo, jugaremos al parchís.
El padre sabia que, sin tener idea de como era el planisferio, el niño tardaría mas de una hora en montarlo y que eso los llevaría hasta el almuerzo. Después de su siesta quizá podría finalmente sentarse a jugar con su hijo, como le había prometido.
Otra vez resoplando pero intuyendo que si no aceptaba esas condiciones no abría parchís, el jovencito cogió los papeles que su padre le daba y se fue a su cuarto.
Pasaron 5 minutos, quizá 6, cuando Huguito entro en la habitación con el mapa del mundo perfectamente montado.
Cada país estaba en su sitio y toda la hoja pegada con cinta adhesiva.
- Ya esta, papi. ¿vamos a jugar al parchís?
El padre sonrió, confuso.
- ¿Pero como lo haz hecho? - pregunto examinando el perfecto resultado-. Si tu nunca haz visto un mapa del mundo, ¿como lo haz montado tan rápido - No, papi... yo nunca había visto un mapa del mundo como este... Cuando lo recortaste yo vi que en el otro lado de la hoja había una foto de un hombre entonces al llegar a mi cuarto, di la vuelta a los papelitos y coloque las partes del señor, una al lado de la otra fue fácil Cuando termine de acomodar al hombre el mundo se acomodo solo.
Concluye Bucay que esta convencido que solamente trabajando con los individuos sera posible que se de el cambio que queremos para el mundo.
Y yo estoy totalmente de acuerdo basándome en mis experiencias personales.
Espero les haya gustado la historia y que podáis en algún momento de tu vida empezar a conocerte.
Un caluroso abrazo queridos lectores.
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